Adela está a punto de irse a Nueva York a perseguir sus sueños cuando una llamada de Maca cambia para siempre su destino. Maca está sobrepasada con el comportamiento de las nuevas integrantes de la casa y necesita un descanso. Adela acepta el reto de sustituirla y encargarse de las nuevas “niñas mal”: Clara, una mentirosa profesional; Giselle, obsesionada con el sexo (o mejor dicho, con su propia versión del sexo) y con sus sueños de triunfar gracias a su belleza; Corina, adicta al orden y a la natación, competitiva hasta la enfermedad; Renata, siempre callada, misteriosa y con un pasado desconocido e intrigante, y finalmente Paloma, la peor de todas, una socialité convertida en delincuente profesional por amor a un ladrón. Y como si no tuviera suficientes problemas, Adela además se enamorará de Alex, “un niño mal” que hará estallar sus hormonas como nunca antes y la hará quebrar su más firme convicción, que es nunca más volverse a enamorar.