HAY COSAS QUE NO TIENEN PRECIO COMO SER UN AUTENTICO HIJO DEL BARRIO.
Un falso mirrey, experto en finanzas, justo cuando es aceptado en el mirreynato, sufre un descalabro y pierde todo, hasta la novia fifi. Gracias a su buen corazón, su pasión por las luchas, la salsa y la rumba, es rescatado por un ladronzuelo. Este, al intentar robarlo, lo ve tan fregado que lo adopta, en contra de su hermana abogada que prejuzga al “mirrey”. Este le inculca valores al ladronzuelo, quien, a su vez, vuelve “machín” al mirrey (es demasiado “emocional” y metrosexual). Urgido para pagar sus deudas, el mirrey acepta robar al Gobernador que lo corrió por no querer participar en sus transas. Él y el ladrón usan lo robado para donar dinero a obras públicas en el barrio, y abren una cantina. Al mirrey se convierte en “El Rey” y enamora a la abogada. Ella va a pedirle matrimonio, pero, por un malentendido, cree que “El Rey” ha vuelto con su ex. Esta está en contubernio con su exasistente quien sabe qué él fue el ladrón y amenaza con denunciarlo junto con sus amigos a menos de que devuelva el resto del dinero, más una comisión. El mirrey finge aceptar sólo para denunciar al Gobernador. Se declara el único ladrón y su amor, la abogada, lo saca de la cárcel. “El Rey” es ahora un auténtico “Hijo del Barrio” al lado de su amada “La Chorreada” y su carnal.