Golondrinas

Tres mujeres están a punto de verse involucradas en una situación de vida o muerte. Mami, una bailarina exótica, está por dejar esa vida para irse con su novio, un periodista, a vivir al lado del mar. Él tiene planeado su viaje; una huida en realidad, apenas publique las pruebas que pueden destruir la carrera de un poderoso político corrupto, pero el destino – un sicario – lo alcanza. Cuando llega por Mami, solo tiene tiempo de entregarle un llavero en forma de golondrina a La Niña, una pequeña que vive en la calle y de la generosidad del barrio a quien Mami y él adoran como su hija. El sicario mata al periodista y La Niña huye buscando asilo con Matilde, una mujer madura que vive encerrada tras el asesinato de su hijo. La Niña es su único contacto con el exterior al traerle sus compras diarias. Matilde llama a Mami para que recoja a La Niña, pero, igual que al periodista, el destino decide otra cosa, más porque Matilde parece tener un pasado con el político. Las tres mujeres, sabiendo que sus vidas están en juego, huyen juntas, aunque Matilde encuentra una oportunidad para dejarlas y darles tiempo de escapar. La implacable persecución del sicario las une de nuevo y terminan escondiéndose en la casa del periodista junto al mar. El miedo, al principio, y la convivencia hacen que poco a poco se conviertan en una familia, una que es puesta a prueba apenas el sicario las encuentra. El pasado que pesa es el de Matilde -ex mujer del político-, y la razón para matarlas es que el llavero de la casa esconde un USB con evidencia contra el político. Falta ver qué tanta lealtad se tienen y qué están dispuestas a hacer más que para defender sus propias vidas, para defender a la familia.